3 de mayo de 2016

EL QUIJOTE en píldoras

4 “En este tiempo mandó llamar don Quijote a un labrador vecino suyo, hombre de bien -si es que este título se le puede dar al que es pobre-, pero de muy poca sal en la mollera. Al final, tanto le dijo, tanto le persuadió y prometió, que el pobre aldeano decidió irse con él y servirle de escudero. Le decía entre otras cosas don Quijote que se dispusiese a ir con él de buena gana, porque alguna vez le podía suceder una aventura en que ganase, en un quítame allá esas pajas, alguna ínsula, y le dejase a él por gobernador de ella. Con estas promesas y otras parecidas, Sancho Panza, que así se llamaba el labrador, dejó a su mujer e hijos y se asentó como escudero de su vecino.”
EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA (Capítulo 7)
Miguel de Cervantes.

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