Con este fragmento, finaliza "El Quijote en píldoras", nuestro particular homenaje al IV centenario de la muerte de Miguel de Cervantes.
Ojalá que estas píldoras pautadas, una vez por semana, hayan servido para ayudar a rememorar, algunos pasajes de esta joya de la literatura, a los que ya lo leyeron, y para despertar el interés por su lectura a aquellos que aún la tienen pendiente.
35 Testamento y muerte de don Quijote.
Señores dijo don Quijote vámonos poco a poco, pues ya en los nidos de antaño no hay pájaros hogaño. Yo fui loco y ya soy cuerdo: fui don Quijote de la Mancha y soy agora, como he dicho, Alonso Quijano el Bueno. Pueda con vuesas mercedes mi arrepentimiento y mi verdad volverme a la estimación que de mi se tenía, y prosiga el señor escribano
En fin, llegó el último de don Quijote, después de recebidos todos los sacramentos y después de haber abominado con muchas y eficaces razones de los libros de caballerías. Hallóse el escribano presente y dijo que nunca había leído en ningún libro de caballerías que algún caballero andante hubiese muerto en su lecho tan sosegadamente y tan cristiano como don Quijote; el cual entre compasiones y lágrimas de los que allí se hallaron, dio su espíritu: quiero decir que se murió.
Visto lo cual el cura, pidió al escribano le diese por testimonio cómo Alonso Quijano el Bueno había pasado desta presente vida y que el tal testimonio pedía para quitar la ocasión de que algún otro autor que Cide Amete Benengeli, le resucitase falsamente y hiciese inacabables historias de sus hazañas.
EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA (2ª Parte. Capítulo 74)
Miguel de Cervantes
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